Protege de influencias negativas externas, tanto psíquicas como naturales (telúricas) de intensidad media. Igualmente ayuda en el exceso de radiación electromagnética (TV, computadoras, transformadores, rayos X, microondas, etc.). Suaviza las consecuencias de influencias o disturbios psicoemocionales (conflictos familiares, discusiones, malos tratos, etc.). Se puede atomizar en ambientes con este fin. De utilidad en la protección energética y psíquica del terapeuta.